Nunca es tarde para hacer un reconocimiento de todo aquello que fui
utilizando durante mucho tiempo, algo que tenía delante y que no supe valorar ni enterarme. Me estoy refiriendo a las herramientas de trabajo testigos mudos de tantas historias, algo que había y sigue habiendo dentro de la “Santa Casa” antes de que yo la pisara por primera vez.
Ahora al comentar estas cosas suena y parece que estoy hablando de algo surrealista y una sinrazón ¿ cómo se puede hacer un reconocimiento de algo que no tiene vida..?. Sí, así es, no ha tenido ni sigue teniendo vida, sin embargo siguen estando presentes y cuando las veo me llevan a una reflexión y me transmiten mensaje. ¿ Qué te llevan a una reflexión..?, ¿ Qué te transmiten mensaje..? !UFFFFF..!!!!
Adolfo, que llegue pronto el verano para que el Sol te seque la humedad que tienes en la cabeza.
Tienes razón en todo lo que digas en esa dirección pero.., déjame que te explique.
Cuando las veo encuentro una similitud con aquello que entendemos como cosas positivas, lo que no hace mucho era lo que deseábamos ver en las personas, ¿ cosas positivas..?. Si, ¿ por qué ?, porque me ayudaron a crecer, siempre están en silencio, nada de protestas, ninguna crítica ni envidias odiosas, siempre deseando ayudar, mucha paciencia, podías dejarlas en cualquier lugar y de mala manera que ellas no se quejaban, dispuestas a volver a empezar, nada de cotilleos en las horas de trabajo que podían distraerte, no hacen diferencias de colores políticos a la hora de ayudar y de estar apoyándote, y lo más importante ( dentro de la “Santa Casa” ), podías confiar en ellas, no había miedos a una cuchillada trapera o que podrían “largar” con los inmediatos superiores de aquello que fuera punible.
Ellas fueron muchas veces las responsables de que mi autoestima subiría de tal manera que iba sobrado de energía juvenil, con un valor tipo legionario y que a pecho descarado me atrevía para dar los pasos necesarios para solicitar que deseaba hablar con el “Hermano Mayor”, aquél que con su sola presencia ya me imponía un enorme respeto, aquél que tenía la facultad de controlar lo bueno y lo malo de todo aquello que se movía dentro de la “Santa Casa”.
Ellas eran las que mejor sabían cuales eran mis pretensiones, mis razones y argumentos que me daban la fuerza a mi gran descaro, tan alto como ingenuo. Yo iba con el guión de siempre y seguro de mi mismo, deseaba enseñarle mi “libreta de ahorros” en la que se veía que necesitaba un soplido de aire nuevo, el suficiente para recuperarme de mi anemia económica pero…, nunca supe planteárselo bien, El sacaba, mejor dicho, ya tenía a mano “su libreta” donde allí aparecían mis puntos negros, aquellos que poco a poco yo iba generando en el día a día, o sea, en breves instantes se encargaba de poner ” mi libreta al día “. ! Qué mazazo, es muy duro que no te valoren !
Vapuleado, con las orejas rojas y la cabeza agachada, deseaba, quería llegar pronto a mi sitio, quería derramar las lágrimas de la impotencia y con ellas tratar de asumir mi nuevo fracaso. ¿ Quién era testigo de ello ?, ! quién iba a serlo ! una vez más mis herramientas, testigos mudos que tenía por compañeros más cercanos, Ellas que nunca me preguntaban cómo me ha ido, cómo me han salido las cosas por los pisos de arriba, Ellas que no tienen esas sonrisas burlonas y cabronas, esas que se alegran de tu frustración y fracaso, esas que no se ven pero que sabes que existen y que ” opinan” y “oyes” que te dicen…! Ahí te jodas listillo ! , ! Ponte a la cola para el año que viene y lo vuelves a intentar !. Qué triste…
Ahora cuando tengo dolor de tripas por la situación laboral que nos toca vivir, de ver tanta vaca flaca, donde tener trabajo significa tranquilidad para los sentidos, ahora que una persona corrupta es sinónimo de impunidad, ahora que escasea la vergüenza…. !Dios mío, cuánto trabajo te queda por hacer!
Por estas situaciones es cuando considero que debo de hacer un reconocimiento de lo que significa tener herramientas, aunque sigan sin decir palabra y sigan siendo testigos mudos pero.., ayudaban a tener estabilidad y bienestar, ver el futuro sin sobresaltos y por hacerme desear en esta época, que vuelvan, que regresen los viejos valores…